miércoles, 9 de febrero de 2022

El salto

 Ella divagaba... Buscaba como urgando y rascando en su sentir una causa para esa sensación conocida, si; pero aún espeluznante. Un sin fin de huecos y silencios desgarrandole las ganas, apretujándole la simbiosis exacta en que se pierde para solo descubrir apesadumbrada que la retina de sus ojos no lograban ver el vasto mundo interno, pero lo sentía, retorciéndose y sacudiendose dentro como un monstruo que se tragaba todas las excusas y todos los desánimos y seguía devorando sin descanso lo que alguna vez había sido. Todo recuerdo se volvía lejano como un cuento contado de otra vida. Había vivido varias vidas en esta misma y no conciliaba el sueño, o era el sueño el que no conciliaba esta realidad. Los pasos se volvían cada vez mas lentos, su respiración mas profunda y pausada. Vislumbraba sombras y terrores que antes ni se asomaba a mirar. Estaban ahí todos reunidos como de fiesta. Autoconvocados cantaron como serenata mexicana una triste y dulce despedida. Ella ni los recordaba, apenas reconoció ciertas sensaciones que solían generarle al paralizarla en sueños. Es que se había embarcado en un viaje sin retorno al umbral de su existencia. Despues de tanto escalar y buscarse, para descubrir en la cima que no había otra opción que saltar... Un salto al vacío, a la nada misma. Frente a un abismo profundo e incierto. Respiró profundo y se dejó caer. Y con esa caída se cayeron todos los escombros de esa vida que hoy ya no recuerda. Saltó y se encomendó a su suerte como quien dice a la mierda todo! Y sí, no hubo forma de volver. Y en el viaje caída abajo confirmó sus certezas. Había conquistado la libertad a punta de empujones e injusticias. Y es que estar vivo te demanda eso: vivir. 

Se sumergió en las tinieblas mas densas y el frío más penetrante, la velocidad aumentaba y la adrenalina también. Sin saber a donde iba, tampoco contaba con tiempo para pensar o decidir, se había entregado. Todo acontecía demasiado rápido como para arrepentimientos. No llegó a ningún fondo, y en la espalda, como en los omóplatos, se le abrió la carne y aunque el dolor se hizo insoportable, supo de qué se trataba. Le salieron alas y flotaba mutando de forma y de sentir. 

El monstruo interno terminó su parte del trato; ya no había nada mas q devorar, estaba satisfecho. 

Al atravesar las sombras y la noche oscura del alma, se había regenerado su cuerpo, y todo dentro. Las células y todo el organismo respiraba un aire nuevo y detras de las nubes negras de confusión la esperaba un nuevo mundo donde todo lo que soñaba y anhelaba era creado de inmediato. El amor y la alegría colmaban la atmosfera como una brisa fresca de mar. Su ser brillaba cálido como el sol y todo lo anterior quedó sellado. -Bienvenida! Escuchó en el silencio. Te estábamos esperando-  al fin estoy en casa suspiró y construyó un jardín de orquídeas y flores que llenaron el lugar de una sueve y amable fragancia. Se recostó en la hierba cómodamente y sonrió satisfecha. Que delicia despertar!

        Verito Pianalto Noche Resonante Azul(10/02/22)


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