Estaba sentada afuera bajo la sombra de ese hermoso árbol, el calor estaba sofocante y ahí me descubrí a mi misma otra vez masticando esa conocida sensación. El nudo en la garganta, y mi tan querida amiga visitandome de sorpresa. Al verla sonreí y me brotaron como escapándose sin permiso, ni aviso... unas lágrimas que limpié rápido antes que lleguen más lejos.
Y el deja vú de siempre estaba ahi mismo ocurriendo y lo observé impábida y atónita. Yo la verdad no tengo idea de que es exactamente lo que dispara esa angustia, esa tristeza q me cala los huesos, me agobia impune a pesar de haberla expresado, sentido y transitado tantas pero tantas vidas. Esta vez, no era tormenta, es mas bien una calma que atormenta, como si sospechara mi alma que otra vez rondan las ganas de huir. Igual me quedé, aunque hice planes de escapar, me quedé a sabiendas de mi error. Que me traes esta vez amiga? Un mensajito del alma? Pff suspiro y pretendo olvidar que ya van varias banderas rojas, que no sirve callar, que por mas que uno quiera, el alma sabe lo que viene a experimentar y ahi estaba negandome, negando mi sentir, negando el dolor, negando todo eso que prometí ya no ignorar... Amiga que onda? Esta todo bien con la sabiduría del dolor, en serio, el tedio de madurar a costa del vacío y el desasosiego, comprender y aceptar... Hasta q punto soy libre? Hasta q punto me permito ser y amarme? Hasta q punto tranzo el cariño, el tiempo, la magia, mis ansias? Donde mierda meto toda esta intensidad? Acá en estas palabras huecas y sordas. Alma mía hasta cuando has de soportar las limitaciones y fragmentadas ilusiones de explorar los mundos y dimensiones acompañada? Sola alma mía transitas tus descubrires, tus viajes y vuelos. Sola y tan todos a la vez. Sentir tanto amar tanto, para que? Saber tanto y soltar tanto, para que? Y así es que abrazo mi refugio que es la nada misma. La nada, el vacío danzante, la oscuridad sublime de la inmensidad ... Amiga inspiradora amiga gracias por acompañarme cuando olvido que vine a sentir y que vine mas allá del dolor... A amar.
