En medio de la calma, suele invadirme desde adentro y me envuelve...una fría y oscura tristeza. No es desconocida, somos ya íntimas compañeras de camino. Ella me cuenta de mis decepciones y deslealtades q vivo... Me enseña que es sano aceptar y seguir... Me aprieta el pecho y sutil me invita a soltar... Siempre q me apego me susurra q no me aferre q todo es temporal. A veces me lava la cara y fluye desde mis ojos hasta el suelo y así renueva mi esperanza y crezco un poco cuando ella me visita. El corazón se me agranda y me da gracias por escucharla. Es amable y serena si la escucho, aunque suele estrujarme el pecho cuando me niego a verla, se ofende y se hace nudo en la garganta, se esconde un rato y aparece cuando me encuentra distraída y me lleva de nuevo a la nada.
-Porque me ignoras? Acaso ya no te intereso, te olvidas lo que pasamos juntas? No me niegues, soy parte de vos. Si no me querés escuchar me hago de piedra y me cuesta salir...
- yo se que me haces bien, aunque intente negarte, ahora te doy mi atención contame...
Ella me miró fijo con ojos grandotes de paz y me abrazó fuerte. El frío y la oscuridad crecieron y me llevaron a un lugar lejano, tan lejano como los adentros, esos q a toda costa intentamos evadir...y al llegar me depositó suave y lentamente otra vez en la calma, pero esta vez respiré sonriendo como despojada de cargas, había llovido dentro y estaba como tierra recién mojada, lista para germinar las semillas que la sequedad del miedo había guardado. No entendí que había pasado, pero no hacía falta la razón. Todo se había consumado. VAP
31/10/2021
