viernes, 28 de febrero de 2020

Mucho pero nada

Recién le puedo poner palabras a lo que me pasa.
Te extraño .
Desde ayer o nose cuando q estoy asi..
Esa necesidad de verte aunque no hablemos
Pero perdí mi capacidad de asombro y me duele eso... Como una vocecita que dice que ya no puedo esperar nada de vos...
No se si logro decir lo que quiero,
como si fueras una prohibición para mí...
Y no se trata de verte o no, no se trata de tiempo, quizas no me comprendas, igual ya no busco eso.
Me pone triste porque me resisto todavía a aceptar lo que ya se.
Fui una ilusa a creer en esa posibilidad... Aún antes de que todo se dañara...
Es hora de reconocer que para ganar, es necesario muchas muchas veces aprender a perder...
Aca estoy otra vez... Rota, tragandome las palabras y todo lo que siento. Porque no tengo ganas de hablar. Aprendí a callarme, como un fiel amor al instinto, la percepción y el dolor. Que decepción! Si, otra vez me envuelve la confusión y la tristeza se me cuelga del cuello, me pesa, me agobia, me amarga. Camino incansable hacia donde no hay nadie. Nadie me espera, nadie susurra mi nombre, sólo me desgarra el alma el desinterés y la soledad. Vuelvo a cometer el mismo error, me pido perdón por tanta idiotez, por no respetarme, por soñar demasiado, por ilusionarme y anhelar algo q parece me lo han prohibido. Que bajón, la verdad dan ganas de mandar todo a la mismísima mierda. Pero no, aca estoy, callandome. Suponiendo, enredada entre la incertidumbre y la desilusión, entre la desesperanza y nostalgia... Harta de mí harta!!! 

En el centro

Hasta cuando ese dolor en el pecho? Tantas agujas adentro mío que parece que yo misma las hubiera clavado. Me arde como un fuego que me quema y solo hay silencio y mas silencio. Llorar es casi un costante y ahí en ese caos silencioso me detengo y miro... Solo miro porque espero. Solo veo todo pasar en cámara lenta, nada me mueve en el ojo del huracán.
Verito

Nostalgia de lo que no fue

El silencio también tiene ecos... Ecos que retumban en el vacío incansable del alma. Cuando de repente perdes el interés... todo se derrumba detrás tuyo como un dominó sin prisa que observas con la mirada perdida. A veces la tristeza nos acaricia el cabello y no queda otra que reconocer que es ella la única que siempre se queda.

Verito

Mas allá

Estaba sentada afuera bajo la sombra de ese hermoso árbol, el calor estaba sofocante y ahí me descubrí a mi misma otra vez masticando esa co...