Tengo cuarenta y ocho excusas y pretextos, todos disfrazados d buenos motivos para no poder hablarte. No sólo que no puedo, sino que en la lucha que hay en mi corazón... Decidió no pelear ciertas batallas. Y hoy llueve, como si el cielo supiera del dolor.. Pero me declaro culpable! Culpable de permitirme sentir cuando el corazón todavía sangra... Por decir lo que es mejor callar, por dar lugar al abrazo del alma a la distancia, en el silencio, en el secreto.. Y no encuentro otra manera de poner pausa, porque no quiero desenredar esto, porque aun duele. Y no busco que entiendas, no pretendo que aceptes, no quiero nada. Solo tiempo para que todo pase, corra y pueda ver mejor... Sin sufrir. Porque nada aprisiona más que aquello que no podemos decir, aquello que duele y trae dolor a los demás. El amor es muy curioso, como una planta silvestre, crece donde menos imaginas.
Verito