Como esos lugares que recorres con la memoria, caminando en recuerdos mil veces las mismas calles, chupandote los mismos fríos para revivir aunque sea unos instantes eso que quedó tan lejano y tan distante. Pero después te despertas con las manos enredadas en los sueños y te olvidas que son recuerdos.
Hay lugares que tienen un aroma particular, personas que siempre estan ahí esperando que vuelvas a sentirlas. Puede el pasado invadirnos de tal forma que perdamos la noción del presente y del tiempo? Claro que sí. Porque nos gusta refugiarnos ahí donde todavía estabamos intactos, un poco magullados quizás pero aún enteros. El camino nos desarma en tantas oportunidades que a veces ya no sabemos ni donde estamos porque pedazos de nosotros fueron quedando por ahi esparcidos y aunque rotos, siguen vivos latiendo la nostalgia de cada intento, porque no todos terminan así en tan crudos lamentos. Algunos nos llaman como pidiendonos una revancha, una oportunidad...por eso esas imágenes vuelven y nos inundan, porque quieren ser resueltas, exigen que regreses a cerrar lo que dejaste inconcluso. Y te perdones por haber perdido tanto tiempo.
