Hay tanto que me cuesta entender. Que loco sentir como lo que me duele va dejando de importarme.. Y va dejando de dolerme... Y que ironía que comience a dolerte ahora.
Hay tanto que me cuesta decir, no se si es cobardía o es tan mío que temo que al compartirlo deje de pertenecerme. Yo no se donde cabe tanto sentimiento, tanta nostalgia, tanto deseo. Y con cada decepción me volví tan fuerte, tan amable conmigo misma. Tan insoportablente feliz. Y comprendiendo que se trata de mí, de quien soy, lo que quiero, lo que amo. Lo que no estoy dispuesta a negociar. Lo que siempre termino cediendo.
Hay tanto que me cuesta dejar, tantas manías, vicios sanos y obsesiones que desbordan mi ser de pasión. Porque si algo me define es eso: la pasión. Sin ella sinceramente no vale mi pena. Y ella despierta lo mas profundo en mi. Las ganas, y la falta de ganas porque no tener algunas ganas también es bueno. No tengo ganas de aguantar lo que me enferma, lo que me encarcela, me limita. No tengo ganas de esperar a que algún día te des cuenta que me matas las ganas. No tengo ganas de decirte que quizás fuiste el motor que me motivó a tirar todo al carajo y empezar otra vez. Porque estabas dentro de lo que se fue al carajo. Este corazón que otra vez tiene miedo de querer y a la vez ama como nunca. Ama desconsoladamente, añorando lo que no fue y probablemente no sea nunca. Nunca... Esa palabra tan presente tan desafiante, tan intimidante. No le tengo miedo al nunca! Temo mas al siempre. A lo que nunca termina, a lo que siempre sigue igual... Lo que siempre termina siendo nunca!! Y se enredan mi esperanza y mi desazón en una pelea brutal en la que terminan haciendo el amor. Me enamoré de lo que no es, de lo que vengo pateando hace tantos inviernos sin compañía. Me enamoré de mis cicatrices. Todas tan espeluznantes y cotidianas. Me enamoré de la forma en que vuelvo a soñar después de cada caída y cada derrota. Me enamore de la forma de levantarme cuando no hay nadie tendiéndome la mano. Hoy creo que me conozco un poco más. Hoy me doy la mano, sonrío y me pido perdón por exigirme tanto. Hoy estoy a un paso de renunciar a lo que siempre quise ser porque me enamoré de esta vida tan bizarra y caóticamente simple en la que me veo envuelta resultado de tantas buenas y malas decisiones. Hoy estoy chocha. Y nada ha cambiado. Sólo pude notar que quizás mi vida es maravillosa así tan imperfecta como es.
miércoles, 22 de noviembre de 2017
Hay tanto...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Mas allá
Estaba sentada afuera bajo la sombra de ese hermoso árbol, el calor estaba sofocante y ahí me descubrí a mi misma otra vez masticando esa co...
-
Si pudiéramos soñar como niños, creer y desear como si todo fuera posible. Si pudiéramos mirar a los ojos con el alma desnuda, transparente ...
-
Tengo apretado entre mis dientes lo que entre suspiros y susurros se me escapa... hay palabras que atesorándolas en el pecho... se hacen fu...